jueves, 2 de agosto de 2012

VOLUNTAD DE OPTIMISMO

Artículo publicado en noticiasdigital.es

Dice un amigo que “el optimismo es de las primeras cosas que nos recortó el gobierno. A lo que no llegaron, y nunca llegarán, es a mutilar ese pedacito de optimismo individual que solo nos pertenece a nosotros y que un día aparecerá sin que nos demos cuenta y nos marcará el camino a seguir”. No sé si será tarde porque esto se está quedando como un rastrojo, aunque todavía hay una marea de conversos inquisidores que quisieran ver destruido todo lo que sea bienestar y servicio público. El optimismo hay que buscarlo en la voluntad y solo en la voluntad, pues la realidad no invita a tal estado. No se aprecia tampoco mucho compromiso ciudadano. Aquí no se va a asaltar nunca el palacio de invierno, entre otras cosas, porque no se sabe dónde está: ¿en Europa?, ¿en el FMI?, ¿en casa de Merkel?, ¿en las zahúrdas de Rajoy y Cospedal? Acaso el optimismo hayamos de buscarlo en la evasión, y, para ello, ofrezco una idea veraniega. Ahora podemos celebrar el cincuenta aniversario de la toma de pastillas de Marilyn Monroe. Podemos homenajearla  volviendo a ver toda su filmografía en el salón de casa. Cada día una película de la rubia más explosiva del cine. Empecemos, para no desvincularnos del todo de la realidad que nos come los calcañales, con "Cómo casarse con un millonario". Lo mismo nos da ideas para salir de la crisis esta conquistadora de hombres algo cegata. Claro que el cine en casa no es nada más que otra forma de llorar ante el atroz ataque gubernamental que se está perpetrando contra la cultura. Llegará el día en el que veremos arder las bibliotecas y que a los museos se los coma la polilla. ¡Yo pensaba en ser optimista! pero no puedo. Me duele la incultura y es un verdadero desastre que los ajustes afecten a la sanidad, el bienestar social, a la educación o a la cultura. Desde este Tajo, cada día más seco y más impresentable, que me duele tanto como una quemadura, recomiendo una lectura que, si no optimista, al menos es reflexiva y auténtica, se trata del “Panfleto contra la codicia. Hacia una nueva civilización”, que ha presentado Fernando Lamata Cotanda. Entre película y película de Marilyn viene bien esta lectura para irnos dando cuenta de que, frente al voraz capitalismo financiero, hemos de impulsar una nueva estrategia social, en la que lo primero sea reconstruir una conciencia colectiva basada en los valores de la igualdad, la justicia, la libertad, la paz y el respeto a la naturaleza. Al mismo tiempo hemos de crear nuevas formas de asociación, nuevas organizaciones sociales amplias, que vertebren la fuerza de la sociedad, que sumen fuerzas para el cambio (los partidos son cuasi empresas reaccionarias). Y es necesaria la creación de nuevos líderes responsables. No hay ni uno. Estamos como la familia de Lot en Sodoma y Gomorra, sin encontrar un (líder) justo que pueda salvar las ciudades (la sociedad) de la quema. Bueno, pues al final parece que he encontrado una ventana al optimismo, aunque sea desde ese pedestal básico e inquebrantable de la voluntad.

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