“Y en ese momento se levanta, da media vuelta y se va sin decir nada que tuviera que ver con la verdad que esperábamos”. Fin de la cita. “Estafa fiscal, financiación ilegal, malversación y apropiación indebida, engaño continuado”. Fin de la cita. ¡Qué coño es esto de la cita! Una cita es un recurso retórico que consiste en reproducir un fragmento de discurso de otra persona respetando su formulación original e insertando este texto en el discurso propio. Un inepto lector la puede “cagar” y hacer cita donde no la hay. “Hablemos de Hipatia, filósofa, matemática y maestra griega... defiende tu derecho a pensar”. Fin de la cita. “España es diferente, tonta, pero diferente”. Fin de la cita. “Solo diré que no diré nada y que en este mundo traidor nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”. Fin de la cita. “I'm not a crook". Fin de la cita. "Muchos diputados han ido a la sesión con la maleta para marcharse de vacaciones". Fin de la cita. ¡Hay que joderse! (esto no es una cita). “Si no peleamos para acabar con la corrupción y la podredumbre, acabaremos todos formando parte de ella”. Fin de la cita. “Lo que va entre paréntesis en un discurso significa que no se debe leer”. Fin de la cita. "Yo quiero que la niña que nace en España tenga una familia y una vivienda y unos padres con trabajo”. Fin de la cita. (Me estoy empezando a poner rojo y esto no es una cita). "¿Se han pagado sueldos? Sí. ¿Se han pagado remuneraciones complementarias por razón del cargo? Sí. ¿Se han pagado anticipos o suplidos a justificar por gastos inherentes al desempeño del cargo? También, como en todas partes". Fin de la cita, que esta cita es mucha cita. “Tengo la impresión (aunque espero equivocarme) de que el 'Caso Bárcenas o caso PP' seguirá la misma suerte que el 'caso Naseiro'”. Fin de la cita. Voy a mear y a por unos “cacagüeses” (eso no es una cita). “Bale: una locura de fichaje”. Fin de la cita. “¡Carisimos amigos! ¿sabés vos cuál es el choteo del mundo en la tardesita del uno de agosto? pues no es otro que el famoso hallazgo o más bien trabucazo ilocutivo del presidente de España: Fin de la cita". Fin de la cita. “He ido al médico y me ha dicho que si me voy a morir pronto por lo otro que para qué va a operarme del oído y que le ha dicho el gerente que los implantes cocleares los decide él y no el médico”. Fin de la cita. "Lo que se llevó Luis Bárcenas es un pico, ¿dónde está la pala?”. Fin de la cita. “Luis. Lo entiendo. Sé fuerte". Fin de la cita. “Él dice la verdad: "con niveles de esfuerzo mínimos se pueden conseguir niveles de infamia máximos... Él es la prueba”. Fin de la cita. “Y sí, parece que es así, que te has ido diciendo no sé qué cosa, que te ibas a tirar al Sena, algo por el estilo, una de esas frases de plena noche, mezcladas las sábanas y boca pastosa, casi siempre en la oscuridad o con algo de mano o de pie rozando el cuerpo del que apenas te escucha, porque hace tanto que apenas te escucho cuando dices cosas así, eso viene del otro lado de mis ojos cerrados, del sueño que otra vez me tira hacia abajo”. Fin de la cita ¡de Cortázar! Y llegados a este punto, yo, el yo que esto escribe o transcribe, permanezco, junto con al ente que narra las citas, encerrado en el texto de cada cita que lo es o no es tal cita, que ya no sé ni qué es ni qué no es, como en una pesadilla, alejándome de la realidad y de la verdad, sin poder llegar al punto en el que surge el artificio. Patética es la política en esta Sodoma y Gomorra de España en donde, como Lot en la Biblia, no somos capaces de encontrar un verdadero justo con todas las de la ley que nos salve de este sofoco infame que nos lleva por delante. El mundo, desgraciadamente, es real; yo, desgraciadamente, soy Antonio Illán; lo irreal nos gobierna, pero el camino del suicidio no conviene, en fin, estamos en agosto y los diputados han ido al Congreso con la maleta a cumplir un trámite. ¡Manda “güevos”! Fin del relato.
jueves, 8 de agosto de 2013
Final de la cita
“Y en ese momento se levanta, da media vuelta y se va sin decir nada que tuviera que ver con la verdad que esperábamos”. Fin de la cita. “Estafa fiscal, financiación ilegal, malversación y apropiación indebida, engaño continuado”. Fin de la cita. ¡Qué coño es esto de la cita! Una cita es un recurso retórico que consiste en reproducir un fragmento de discurso de otra persona respetando su formulación original e insertando este texto en el discurso propio. Un inepto lector la puede “cagar” y hacer cita donde no la hay. “Hablemos de Hipatia, filósofa, matemática y maestra griega... defiende tu derecho a pensar”. Fin de la cita. “España es diferente, tonta, pero diferente”. Fin de la cita. “Solo diré que no diré nada y que en este mundo traidor nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”. Fin de la cita. “I'm not a crook". Fin de la cita. "Muchos diputados han ido a la sesión con la maleta para marcharse de vacaciones". Fin de la cita. ¡Hay que joderse! (esto no es una cita). “Si no peleamos para acabar con la corrupción y la podredumbre, acabaremos todos formando parte de ella”. Fin de la cita. “Lo que va entre paréntesis en un discurso significa que no se debe leer”. Fin de la cita. "Yo quiero que la niña que nace en España tenga una familia y una vivienda y unos padres con trabajo”. Fin de la cita. (Me estoy empezando a poner rojo y esto no es una cita). "¿Se han pagado sueldos? Sí. ¿Se han pagado remuneraciones complementarias por razón del cargo? Sí. ¿Se han pagado anticipos o suplidos a justificar por gastos inherentes al desempeño del cargo? También, como en todas partes". Fin de la cita, que esta cita es mucha cita. “Tengo la impresión (aunque espero equivocarme) de que el 'Caso Bárcenas o caso PP' seguirá la misma suerte que el 'caso Naseiro'”. Fin de la cita. Voy a mear y a por unos “cacagüeses” (eso no es una cita). “Bale: una locura de fichaje”. Fin de la cita. “¡Carisimos amigos! ¿sabés vos cuál es el choteo del mundo en la tardesita del uno de agosto? pues no es otro que el famoso hallazgo o más bien trabucazo ilocutivo del presidente de España: Fin de la cita". Fin de la cita. “He ido al médico y me ha dicho que si me voy a morir pronto por lo otro que para qué va a operarme del oído y que le ha dicho el gerente que los implantes cocleares los decide él y no el médico”. Fin de la cita. "Lo que se llevó Luis Bárcenas es un pico, ¿dónde está la pala?”. Fin de la cita. “Luis. Lo entiendo. Sé fuerte". Fin de la cita. “Él dice la verdad: "con niveles de esfuerzo mínimos se pueden conseguir niveles de infamia máximos... Él es la prueba”. Fin de la cita. “Y sí, parece que es así, que te has ido diciendo no sé qué cosa, que te ibas a tirar al Sena, algo por el estilo, una de esas frases de plena noche, mezcladas las sábanas y boca pastosa, casi siempre en la oscuridad o con algo de mano o de pie rozando el cuerpo del que apenas te escucha, porque hace tanto que apenas te escucho cuando dices cosas así, eso viene del otro lado de mis ojos cerrados, del sueño que otra vez me tira hacia abajo”. Fin de la cita ¡de Cortázar! Y llegados a este punto, yo, el yo que esto escribe o transcribe, permanezco, junto con al ente que narra las citas, encerrado en el texto de cada cita que lo es o no es tal cita, que ya no sé ni qué es ni qué no es, como en una pesadilla, alejándome de la realidad y de la verdad, sin poder llegar al punto en el que surge el artificio. Patética es la política en esta Sodoma y Gomorra de España en donde, como Lot en la Biblia, no somos capaces de encontrar un verdadero justo con todas las de la ley que nos salve de este sofoco infame que nos lleva por delante. El mundo, desgraciadamente, es real; yo, desgraciadamente, soy Antonio Illán; lo irreal nos gobierna, pero el camino del suicidio no conviene, en fin, estamos en agosto y los diputados han ido al Congreso con la maleta a cumplir un trámite. ¡Manda “güevos”! Fin del relato.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario