jueves, 16 de febrero de 2006

TABACO: LEY PARA NO CUMPLIR

Es una verdad de Perogrullo que las leyes están para ser cumplidas. Una vez que se ordena algo, la peor pedagogía que se puede hacer con respecto a lo legislado es la de la vista gorda o la de dar marcha atrás por intereses minoritarios, pues esto lleva al convencimiento social de que se legisla a troche y moche y de que las leyes están para saltárselas en la manera de lo posible, ya sea por fas o por nefas.
El más claro ejemplo de esta situación de antipedagogismo legal es lo que está ocurriendo con el asunto de la prohibición de fumar. Está científicamente admitido que el fumar es dañino para quien fuma y para quien tiene que respirar la contaminación ambiental que crea el universo de personas fumadoras.
El legislador pensó hacer una ley para restringir los usos sociales del tabaco. No fue muy allá en las restricciones, a pesar de que su objetivo conllevaba un bien social. Prohibió más bien poco. Desarrolló una norma suavita, en comparación con las exigencias de leyes parecidas en otras naciones.
No han pasado dos meses desde que la disposición entrara en vigor y ya se está echando de ver que no se cumple en todos sus extremos y, lo que es más, se están empezando a tomar algunas decisiones que hacen recular lo que se ordenaba. Y estas decisiones se están tomando por populismo, unas –como las que anuncia en los reglamentos la Comunidad de Madrid-, y por intereses de minorías, otras, -las de volver a acercar puntos de venta de tabaco a los kioscos-.
El hecho es que en esto del fumar se están dando bandazos que no favorecen el buen concepto que de las leyes debe tener el ciudadano.
Creo que, además de legislar muy levemente sobre un bien admitido para las personas, no se ha puesto en marcha la infraestructura administrativa necesaria para aplicar la ley y vigilar su cumplimiento. Así pasa lo que pasa, que, en vez de hacer reverencia de la ley, se hace chirigota, mofa y befa. Resulta entonces que, en la práctica, la existencia de un marco jurídico completo y actualizado sobre el tabaco no es suficiente para lograr la aplicación de la ley y vigilar su cumplimiento ni, por lo tanto, garantía de que dicha ley nos protege de verdad.

No hay comentarios: