jueves, 28 de diciembre de 2006

VENTUROSO AÑO NUEVO


Estimado lector (así, en genérico, que nos incluye a todas las personas, pues el uso del idioma tiene su base en la economía lingüística, pese a quien pese): te deseo un venturoso año 2007.
Y también se lo deseo a quienes tengan por norte el sur, pues ahí es donde más necesaria es la solidaridad.
Tengan ventura quienes inventen el undécimo mandamiento que debiera formularse algo así como: “Amarás a la naturaleza, de la que formas parte”.
Sean reconfortados con el bien, en este año electoral, los políticos que no crean que a los pobres les encanta comer promesas.
Buena ventura para todas aquellas personas que piensen distinto y que no por eso van a ser consideradas diferentes.
Próspero año para la imaginación, a ver si de una vez escala algún peldaño del poder.
Y que sea próspero muy especialmente, ¡que lo será!, para quienes logren componer su vida con otras actividades que no sean trabajar, dormir y ver la televisión.
Tengan el mejor de los años quienes logren mantener la memoria; no nos vale la memoria rota ni la memoria prohibida.
Feliz año para quienes sean capaces de desentrañar el enigma siguiente: “Si la tecnología de la comunicación está cada vez más desarrollada, ¿por qué la gente está cada vez más incomunicada y más sola?
Mis mejores deseos para todas las personas que no se han dejado engullir por el sistema y que siguen pensando que hay ciudades en lugar de aglomeraciones, que hay realidades y no publicidades, que hay personas y no público, que hay ciudadanos y no consumidores, y para aquellas que para elogiar una flor no dicen: “parece de plástico”.
Tengan un año estupendo los demagogos, los fundamentalistas, los ausentes de la realidad cuya prédica sólo sea escuchada por las arenas del desierto.
Y vayan a gozar al mismo desierto los machistas y los racistas, los vendedores de armas y los terroristas, los que creen que nacen para mandones y que otros nacen para mandados.
Venturoso año no para quien se quede en la voluntad de hacer algo bueno para su vecino, sino para quien haga de verdad algo bueno.
Y que sea especial y venturoso para quienes nos encontramos emocionalmente cada semana en el espacio de libertad de esta columna.

martes, 19 de diciembre de 2006

FELICES PASCUAS

Querido lector: Espero que encuentres en tu Navidad una sonrisa diáfana, el legítimo anhelo, abrazos sinceros, besos limpios, brazos acogedores, una voz conquistadora, cabello sedoso, manos calientes, miradas dulces, inocentes, sinceras, grandes, penetrantes. Ya sé que esto sólo se ofrece en la espontaneidad de los niños, pero también en el adulto que se hace niño. ¡Hazte un poco niño!
Deseo que en tu Navidad encuentres el misterio de la infancia permanente, de la infancia que hay que reconstruir diariamente para no perder la inocencia en este mundo de prisas y pisotones.
Que tu Navidad sea la del niño que es fuerte porque se sabe débil, la del niño que es consciente de que depende de los demás, la del niño que es fuerte porque sabe que hay otros más fuertes que él, la del niño que no tiene reparo en recurrir a los demás. No seas soberbio. Sé como el niño que recurre porque es humilde, porque sabe que no lo sabe todo, porque cree en el otro, porque tiene la actitud fundamental de la comunicación espontánea.
Que tu Navidad no sea sólo la fiesta, la reunión, el frío indiferente, los regalos, regalos sorpresas, regalos sospechosos, regalos formales, regalos sinceros, regalos demasiado caros, regalos ridículos, regalos inútiles, regalos.... al fin y al cabo regalos, los abrazos postizos, el árbol, el nacimiento, el mantel, la bota de Santa Claus, los villancicos, la música, el baile, la piñata, los dulces, las frutas, el pavo, la lombarda, las prisas, los embotellamientos, las compras de último minuto, los compromisos, las comilonas, el brindis, el más que el brindis... las borracheras, la exageración, el despilfarro, el gastar más de lo que se tiene, o gastar lo que se tiene sin pensar en los que no tienen, el endeudarse por quedar bien, siempre los mismo... el consumismo, los mensajes institucionales en los que luce la demagogia, palabras y más palabras, promesas, deseos, muy buenos deseos pero no hay pan en la mesa.
¡Felices Pascuas! a todos.
También QUE SEAN FELICES para quienes no hacen nada por la paz o hacen la guerra con las palabras, para quienes siembran la discordia, mienten, manipulan, atacan, humillan, hieren a los demás.... porque también tienen derecho a un momento de reflexión, a quemar el árbol, a regalar al más necesitado los regalos que han comprado, a cancelar la cena de Nochebuena y a dejar de ser hipócritas.

¡¡FELICES FIESTAS DE NAVIDAD!!





¡¡¡FELICES PASCUAS!!!
Y ¡¡¡VENTUROSO AÑO 2007!!!


El mundo no es global,
a no ser que entendamos
que ellos, los siervos del dinero,

lo son todo
y se reservan el derecho exclusivo

de admisión.

El mundo también es de los que esperan
el autobús,
de los que creen en la paz
y la buscan contra viento y marea.


Ando descalzo, con los descalzos, por la calle.
El camino,
las anchas alamedas, es vivir con dignidad.


Con mis mejores deseos de Felicidad.
Recibe un abrazo y abre tu corazón a la esperanza.

Antonio Illán

martes, 5 de diciembre de 2006

CUALIDADES DEL LÍDER

Las cualidades básicas del líder son: integridad, dedicación, magnanimidad, humildad, apertura mental y creatividad.

La escasa disposición a liberar en nosotros esas cualidades explica, en gran medida, la escasez actual de líderes.
Por integridad me refiero al conjunto de estándares de honestidad moral e intelectual en que se basa la conducta de una persona. Sin integridad nos traicionamos a nosotros mismos, traicionamos a los demás y reducimos el valor de todo lo que iniciamos. Es la cualidad individual cuya ausencia percibimos como la más grave de la vida nacional. Pero la integridad nacional solo será restaurada cuando cada uno de nosotros reafirme y defienda su propia integridad. Las personas íntegras dan esperanza a nuestra innata convicción de que nosotros, como pueblo, podemos superar la actual cínica y escuálida moral que nos domina. Tal y como escribió Aristóteles en su Ética: "Si quieres comprender la virtud, observa la conducta de los hombres virtuosos".
Por dedicación entiendo una apasionada creencia en algo. Ese intenso, firme y duradero compromiso es la base de las grandes obras de arte, los inventos, los descubrimientos científicos, las exploraciones y la propia vida. Es lo que permite que los matrimonios, las empresas y los gobiernos funcionen. Más aún, la fidelidad absoluta a alguien o algo nos hace más humanos. Los ciudadanos conscientes no se limitan a escribir cartas a sus representantes en el Congreso, ellos se implican personalmente en sus niveles primarios, en la política y trabajan activamente en pro de las causas que apoyan. De la misma manera, no se limitan a deplorar las lamentables condiciones de vida de gran parte de la población, hacen lo que está a su alcance para aliviar esas condiciones.
La magnanimidad hace referencia a ser "noble de mente y corazón; generoso y capaz de perdonar por encima de las venganzas y resentimientos". Las personas magnánimas y humildes son conocidas por su autodominio. Saben quiénes son, tienen un "ego saludable" y se enorgullecen más por lo que hacen que por lo que son. Aceptan los halagos como si fuese un grano de sal y admiten las críticas inteligentes sin rencor. Esas personas aprenden de sus errores y no culpan a los demás por sus fracasos.
Por apertura mental entiendo la predisposición a probar cosas nuevas, a escuchar nuevas ideas, no importa cuán extrañas parezcan, a la tolerancia ante la ambigüedad y el cambio y al rechazo de todo prejuicio preconcebido, de todo sesgo o tipo. Las personas que tienen una mente abierta no califican a los demás en función de su raza, color, religión u ocupación; no valoran las ideas dependiendo de su fuente; comen y beben prácticamente de todo. Leen autores poco conocidos; escuchan la música de sus hijos y asisten a las presentaciones de artistas excéntricos. La apertura mental no convierte a las personas en críticos permanentes, sino que les sirve de inspiración para estar más dispuestas a la aventura y a ser creativas.
La creatividad es algo que todos tenemos cuando nacemos y que casi todos nos las arreglamos para perder. En realidad, no vemos el mundo que nos rodea. Es posible que veamos una flor, pero no el milagro que existe en ella, su intrincada estructura, su completa armonía, sus asombrosos colores. Para restablecer nuestra creatividad, tenemos que restaurar nuestro sentido del asombro, romper nuestras creencias preconcebidas y verlo todo de una forma fresca y nueva (tal y como lo hacíamos cuando éramos niños). Esto significa, convertir lo familiar en extraño y lo extraño en familiar.
Cualquiera que pretenda ser un líder tendrá que esforzarse en utilizar al máximo su potencial y deberá estar dispuesto a desarrollar y ejercer sus mejores cualidades.

lunes, 4 de diciembre de 2006

UN LÍDER PARA TOLEDO

Se me ocurre pensar que estamos a menos de seis meses de las elecciones municipales y que, en mi ciudad, Toledo, uno de los partidos que piensa ganar aún no tiene candidato definido o elegido; mejor sería decir elegido por la militancia.
Toledo necesita liderazgo. Para ayudar a pensar sobre este asunto, quiero recordar lo que decía Lao-Tse al respecto: “El mal líder es aquel a quien la gente desprecia. El buen líder es aquel a quien la gente alaba. El gran líder logra que el pueblo diga: Lo hicimos nosotros”.
Cuatro son las características que debieran adornar a un líder efectivo, según mi parecer, las de ser persona apasionada, auténtica, creíble y ética.
Para ser un líder efectivo, se debe querer algo profundamente; esa pasión es el fuego interior que lo sostiene, el compromiso que lleva a su entero ser a involucrarse. La pasión por un gran propósito: ser alcalde de Toledo, está caracterizada por una apertura de posibilidades, y la innata creencia de que la gente querrá trabajar junta para crear el mejor futuro imaginable. La pasión más la posibilidad da el coraje.
Ser auténtico es admitir los defectos, las fortalezas, y vivir como se es. La autenticidad produce satisfacción, porque las relaciones con las personas son honestas y crecen sobre la verdad.
La credibilidad consiste en algo tan simple como hacer lo que se dice que se va a hacer. La reputación de persona creíble se desarrolla como resultado directo de la confianza que los demás tienen en ella, para seguir adelante y actuar sobre lo que esta se comprometa hacer. La credibilidad comienza con ser auténtico, y es manifestada en las acciones que se prometen y se cumplen. Mientras que la autenticidad se basa en la integridad personal, la credibilidad es la elección que se realiza por la integridad interpersonal.
Por último, un líder ético posee, en el centro de su sistema de creencias, una gran consideración por el valor y la dignidad humana. El servir a los demás, y un compromiso por un mayor bienestar para cada vez más personas, es la esencia de lo que significa ser un líder ético.
Ser un líder significa reconocer la pasión, la autenticidad, la integridad y la ética como las piedras fundacionales del liderazgo efectivo, sobre el cual construir el cambio.
Así quiero uno para Toledo.