miércoles, 21 de marzo de 2007

TOLEDO: ¡ADIÓS TRISTEZA!

¡Por fin un proyecto público interesante para el Toledo moderno! La ciudad es una suma de tiempos y de espacios. Una cosa es el casco histórico, otra la Vega baja y la alta, y una muy distinta es el residencial del Polígono, cuyo terreno es amplio y público y, por tanto, se puede proyectar una ciudad moderna “a la francesa”, sin que el tufo de la especulación invada el ambiente.
El proyecto presentado, de la mano del presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, por el francés Jean Nouvel es una extaordinaria noticia para una ciudad que quiere crecer en armonía y con estilo. Es bueno que en el contexto toledano se produzca un contraste; al fin y al cabo, otro francés, Michel Rifaterre, definía precisamente el “estilo” como “un contraste en un contexto”.
Con esta propuesta para el barrio toledano de Santa María de Benquerencia, la ciudad gana en perspectiva. No es un invento novedoso. Esto se lleva haciendo años en otras partes del mundo, para propiciar el crecimiento de las ciudades, especialmente de las ciudades históricas, como Toledo. Ejemplos hay muchos; quizá el más conocido sea el barrio de La Défense en la “banlieue” de París (ver imagen); no tan conocido, quizá, pero excelente, para compararlo con la ciudad del Tajo, es la ampliación que diseñó el español Ricardo Bofill para Montpellier, el barrio de Antigone. Esto de las expansiones modernas de las ciudades quizá resulta novedoso por aquí, pero no en el mundo “civilizado” (en el sentido de “ciudadanizado”). Antigone, por ejemplo, tiene ya treinta años de existencia.
Que el diseñador del proyecto sea un prestigioso francés parece un toque de irrelevante exotismo propio de españoles; pues existe la mala tradición de tender a valorar más lo que viene de fuera que lo que produce la casa propia. No quiero pecar de “chovinista”, pero en Toledo mismo hay arquitectos y urbanistas que se hubieran atrevido con un proyecto de esta envergadura, pero tienen algo en su contra: son toledanos y españoles y hablan bien el castellano.
Interesantísimo, por lo simbólico y por buscarle tres pies al gato en el inicio de una campaña de elecciones municipales, es que la novedosa propuesta lleve por nombre “Adiós tristeza”. ¿Es un guiño a la realidad?, ¿es la verbalización de un deseo? Sea lo que fuere, es la plasmación de que, al menos en la cabeza de Barreda (un político que es capaz de ahormar sus neuronas con lecturas poéticas) existen argumentos con los modelos razonables de ciudad que tanto hemos venido echando en falta. Ese es el camino.

viernes, 16 de marzo de 2007

¡VIVA EL AMOR!

Es primavera. Nadie promete amor en los programas electorales. Recordemos que el amor existe. Es algo más que un juego y, desde luego, mucho más interesante que las polémicas sobre terrorismo y demás yerbas. A amar se aprende. Sí. El amor es un arte que necesita un aprendizaje. La mayoría supone que no hay nada que aprender sobre el amor por: considerar que el amor consiste en ser amado y no en amar, valorarlo como una mezcla de popularidad y sex-appeal, creer que amar es fácil y lo difícil es encontrar a quien nos ame, suponer que el problema del amor surge de un sentimiento y no de una facultad, y la confusión entre la sensación inicial del "enamorarse" y el permanecer enamorado cuando se pierde el halo de misterio inicial.
Asociamos el amor con una sensación placentera; sin embargo, el amor es un arte que requiere conocimiento y esfuerzo. El amor no sólo es recibir, es más bien dar, cuidar, respetar y conocer, y todo esto implica responsabilidad.
Como cualquier arte, el amor requiere disciplina, concentración, paciencia y ser consciente de que un arte no se aprende de golpe.
Es necesario tener la paciencia necesaria para la quietud y el disfrute verdadero, disciplina como una práctica fruto de nuestra propia voluntad, y concentración, es decir, saber estar sólo con uno mismo, sin hacer nada más que eso, siendo una condición indispensable para la capacidad de amar. Y esta concentración pasa inevitablemente por saber escuchar, que no es lo mismo que oír. Estar concentrado significa vivir plenamente en el presente. Hay que pensar continuamente en uno mismo y sensibilizarse ante los demás. Es fácil ser sensible ante los procesos corporales o tangibles, pero no lo es tanto para los mentales y emocionales.
Las cualidades para el amor son, en primer lugar, superar el propio narcisismo, adquirir una visión lo más objetiva posible del mundo exterior utilizando la propia razón en una actitud de humildad. Así, el amor requiere humildad, objetividad y razón. La objetividad y la razón representan la mitad del camino hacia el dominio del arte de amar.
Una última condición necesaria para amar es la actividad, ser activo tanto en el pensamiento como en el sentimiento. Sólo el amor hace posible el conocimiento.

A amar se aprende amando: no pierdas el tiempo.

miércoles, 7 de marzo de 2007

IDEAS (GRATIS) PARA PROGRAMAS ELECTORALES


Sería maravilloso si todos viviéramos y trabajáramos en culturas donde imperara la confianza y la capacitación. Es evidente que esto no sucede. La mayoría de las sociedades a menudo están dominadas por normas, reglamentos y burocracia. Los líders no se ocupan de mejorar las condiciones de las personas y los programas son etéreas promesas que nunca se cumplen. Toledo es un buen ejemplo en esta materia.
Sin ánimo de competir, ofrezco desde esta columna algunas ideas para que adornen los programas electorales, aunque, como dicen que decía Tierno Galván –que llegó a inventarse hasta su propia biografía-, dichos programas están para no cumplirse.

Sería una buena promesa la de suprimir los impuestos o, incluso ayudar con subvenciones, a quienes abran pubs, bares y cafeterías, en los que se anuncie que son locales “sin humo y sin ruido”. Estoy seguro de que sería un éxito, porque los amantes de la conversación y de la música no escaseamos, aunque estemos, de verdad, reprimidos, cuando no maltratados, por la dictadura del estruendo y los humazos.
No sería tampoco mala promesa la de convertir los espacios públicos de una ciudad como Toledo en escenarios de la escultura moderna, para que las generaciones no crean que siguen viviendo en la época de las cavernas hortelanas o el medioevo alfonsino. ¡El siglo XX y el XXI, al menos en el arte, también existen.
Una propuesta muy social sería la de repartir entre los ciudadanos de a pie el diezmo de los infinitos viajes que realizan los mandamases a lugares tan importantes para solucionar los problemas de la ciudad, como Roma, Cuba, Japón, Alemania, Creta, Estados Unidos y cincuenta mil sitios más.
Muy agradecida sería la inclusión de un punto en el que se prometiese que se iba a actuar sin hipocresías y que no se mezclarán las creencias con la gestión; así quedarían liberados de ir a misa, a las procesiones, a las mezquitas o a las sinagogas los ediles ateos, para que no tengan que hacer mangas y capirotes con su conciencia.
No escribir ni decir tonterías y prometer que se va a utilizar un correcto castellano en los escritos oficiales y en los discursos, debiera ser un compromiso de coherencia en una ciudad que educa.
Se aceptan sugerencias para programas. Si llegan, las seguiré publicando en la columna por muy disparatadas que sean. Me las pueden mandar a
antonioillan@gmail.com