viernes, 28 de octubre de 2005

EL QUIJOTE Y ESPAÑA


Acabo de llegar de El Toboso (Dulcinea), y de Campo de Criptana (molinos). He comido en Barataria con un grupo de bienpensantes. Hemos conversado sobre España en el Quijote. Había quien sostenía que don Quijote hablaba con un lenguajes arcaico, vestía armas de su abuelo y fantaseaba con realidades ficticias. Ese contraste entre el héroe y el tiempo real de los lectores en la época de Cervantes es lo que hace del Quijote un libro de humor.
No hay verdades absolutas y algo de razón llevaba quien esto afirmaba. Sin embargo, yo soy más de la opinión de quienes piensan que el Quijote es un texto plenamente anclado en su presente (finales del XVI y principios del XVII). El texto está arraigado en su época y su lugar (La Mancha). Nada de un idealismo ahistórico. Si leemos con atención encontraremos que la obra reproduce a la vez que cuestiona certezas epistemológicas e ideológicas de la España de su tiempo. Con ser sólo un lector atento, se puede apreciar cómo don Quijote entabla un diálogo desasosegante con las instituciones y los debates sociales, políticos, económicos y culturales más importantes de su época: guerras extranjeras, política de raza, género y clase social, crisis monárquica, consolidación imperial, expulsión morisca, Inquisición, ansiedades mediterráneas, inflacción económica y bancarrotas, decadencia política y militar, razón de Estado, peste y hambre, expansión de la imprenta, autoría, emergencia de nuevos lectores y nuevos tipos de lectura y un largo et caetera. Es decir, que podemos afirmar, a contrapelo de otras lecturas canonizantes o monumentalistas, que el Quijote nos revela la suma complejidad de la España -o las Españas- de su tiempo.
La España del Quijote es un territorio de ricas contradicciones. Se trata de un momento de transición, en el cual convivían rastros del humanismo reformista al lado de una nueva ortodoxia contrarreformista; un punto de estética renacentista y otro de estética barroca, escepticismo y secularismo frente a actitudes y tradicionalismos reacios; en fin lo que podemos entender como una crisis de valor y de sentido.Animo a leer el Quijote con sentido crítico, para saber más y tener criterio cuando se hable de él; pues abundan papanatas que opinan con desparpajo sin haber leído más allá de aquella línea en la que se dice. “...de cuyo nombre no quiero acordarme”.

miércoles, 26 de octubre de 2005

A VUELTAS CON LA LECTURA


Si yo tuviera que formar a los profesores y a los padres a propósito de la enseñanza y la animación a la lectura, no me andaría con zarandajas, pondría en sus manos tres libros, a saber: “Como una novela” y “ La pequeña vendedora de prosa”, de Daniel Pennac, y “La magia de la lectura”, de José Antonio Marina y María de la Válgoma. Les instaría a que leyesen estos libros con atención y que pusieran en común, unos y otros, sus sencillas conclusiones.

La lectura es la magia más poderosa y magnífica, capaz de transformar, de conmover, de procurar al hombre un renovado impulso hacia el conocimiento, en una aventura sin igual. Los de Pennac, para mi, son libros de cabecera. El más reciente de Marina y de la Válgoma, que acaba de ser publicado, también lo es ya. Los siete capítulos de este último resumen el evidente propósito pedagógico que atesoran sus páginas. Se parte de un hecho: "La magia de la lectura". Para a continuación ir adentrando al lector en una serie de confidencias e inquietudes. La meta es que los que están a nuestro alrededor avizoren los peligros que tiene la orilla de su existencia si no son capaces de leer con precisión su geografía. Y los libros son los mapas con los que debemos contar para no encallar en las peligrosas costas del desánimo o del tedio, en una vida sin alma, sin sueños, sin fantasía.

Los autores proclaman la necesidad de "una conspiración de los lectores", como parte de un todo más amplio en el gran universo de la educación. Que los niños vean leer a los padres y a los profesores (el ejemplo es fundamental), y que nadie pueda pensar que leer es una pérdida de tiempo, un desliz, un asunto poco práctico.

En este "tratado de magia" no hay conjuros vanos. Es, en definitiva, un tratado de amor. Porque eso es, en definitiva, la lectura: un progresivo enamoramiento. El hombre está hecho para amar, es decir, para ir deletreando los fonemas de los sentimientos. Por eso nos encanta escuchar historias, o recogernos en la intimidad de la lectura, en el regazo de su silencio. La lectura es como el amor, una manera de ser.

Razones para leer, la dificultad de leer, la magia del lenguaje, etc. Todo está aquí. Leed estos libros para aprender a enseñar.

lunes, 24 de octubre de 2005

TAJIBO


Ya me gustaría que mi querida ciudad de Toledo llenara sus calles de tajibos en vez de soportar el arboricidio constante en el que la sumen sus mandatarios.

miércoles, 19 de octubre de 2005

¡¡AMÉN!!


¡Qué cosas tiene la vida! Yo creía que andaba bien de cabeza y resulta que me he reencarnado. El del cigarro es mi amigo Dustiano, una enciclopedia viva de dichos y anécdotas. Los dos fuimos monaguillos antes que frailes. Compartimos mangas y estandartes, nos une la pasión de la amistad y el amor por Los Navalucillos.

TIRARSE COMO GATO A BOFE

Dicen en mi pueblo –Los Navalucillos, por cierto- que “procesiones, sermones y sopas... pocas”. Este proverbio manifiesta la desconfianza en el poder nutritivo de las sopas y, por extensión, se aplica también a quien nos come el tarro con discursos vanos, machacones y vacíos. También dicen allí: “pintó melón y fue calabazón”, y con esta expresiva metáfora hortelana se afirma el asombro que produce la conducta de ciertas personas a quienes se las creía muy buenas, que prometían, y luego dejan mucho que desear. En la connotación de estas frases podemos encontrar un cierto matiz político, ya que los que tal disciplina profesan suelen abundar en promesas para luego olvidarse.
Aprovecho la ocasión a propósito del famoso estatuto catalán que tantos “sermones” provoca, de los que tan hartos empezamos a estar, porque no vemos una clarita entre tanto nublado. Claritas no, pero calabazones sí que están empezando a aparecer llenos de intereses insolidarios. Incluso hay cabezas cucurbitáceas que elaboran declaraciones de principios para que en los medios de comunicación sólo se emplee el término “nación” para cuando haya que referirse a Cataluña y, en cambio, a España nunca se la denomine “nación”. Claro que luego estos mismos, en asunto de perras, están que se tiran “como gato a bofe”, pues conocida es la afición de los felinos por la carne y como quiera que siempre están alerta de las posibles presas, no les importa sacar la mayor tajada del plato del estado.
Si esto del estatuto sigue adelante, lo más importante no será lo de nación sí o no, sino el asunto de los beneficios y el bienestar, algo que nos hará más desiguales. Y si dejamos que esto prospere, estos nacionalistas estatutarios “van a comerse hasta la custodia”, conocida su voracidad financiera, pues lo que pretenden, como dice mi amigo Dustiano, es ir a “comer a lo mío y hacer el nido a lo de Román”, que, según me explica este sabio de los dichos con una anécdota de cierto labrancero que se quejaba de la costumbre de algunos pájaros que inexorablemente iban a comer en su sembrado para después anidar en la finca de su vecino Román, dejando para éste la utilidad.
Yo, en el famoso estatuto y sus circunstancias, veo esto y así lo explico con el lenguaje de mi gente.

lunes, 17 de octubre de 2005

La ratio de mi escuela


Mi maestro se llamaba José Antonio y era estupendo. Éramos más de 50 alumnos de diferentes edades y aprendimos ¡ni se sabe! Unos enseñábamos a otros, éramos solidarios sin haber empleado nunca la palabra solidaridad. Yo llegué a la escuela a los 6 años y ya sabía leer, porque me había enseñado mi madre. Éramos disciplinados y teníamos afán por aprender. Leí todo lo que caía en mis manos.
¡Gracias maestro! buena parte de lo que soy te lo debo a ti.

jueves, 13 de octubre de 2005

Fray Betto


He tenido la suerte de estar en el acto de entrega del II Premio Internacional “Abogados de Atocha”, instituido por la Junta de Comunidades para reconocer la labor de personas e instituciones que destacan en la defensa de los derechos humanos, así como en la lucha por las libertades públicas. El galardón ha recaído, con sobrado mérito, sobre Fray Betto –o Carlo Alberto Libanio Christo-, un fraile dominico brasileño cuya vida incluye hambres, persecuciones, cárcel, exilio, amor por la humanidad y, sobre todo en los últimos tiempos, un impulso al programa de gobierno brasileño “Hambre cero”.
Él ha dicho que “El Programa Hambre Cero es una versión en acción política de un gesto evangélico: la multiplicación de los panes, la posibilidad que tendrán todas las personas de acceder a condiciones mínimas de vida, que les imprima dignidad. Principalmente a las dos más elementales: beber y comer, sin las cuales ningún ser humano puede vivir y mucho menos tener dignidad. Es un escándalo para nosotros, hijos de la modernidad, ya entrando en la post-modernidad, que asistimos a tantos progresos científicos y tecnológicos, observar un hecho que agrede nuestra humanidad: las multitudes que pasan hambre”.
Este dominico me ha parecido siempre interesante por su doctrina, por su vida, por sus hechos y por sus libros. Fray Betto es un teórico con una cultura enciclopédica y un discurso con un poder encantador maravilloso, pero también es un ejemplo de la religión con los pies en el suelo, que sigue a rajatabla aquello que decía Santo Tomás de Aquino: "No se puede exigir la práctica de las virtudes a quien pasa hambre".
De entres sus libros, quiero recordar tres: “Bautismo de sangre” (1983), “Fidel Castro: mi fe” (1986), (libro que recomiendo a ateos y a creyentes, pues se trata de una extraordinaria entrevista al líder máximo cubano sobre el problema religioso) y el escrito conjuntamente con Leonardo Boff, “Mística y espiritualidad” (1995).
¡Ojalá! el premio concedido sirva para que se conozca más la labor de Fray Beto, sobre todo por la asentada clase dirigente, para que comprendan que sin pan no hay paz, porque la paz, como denunció el profeta Isaías hace casi tres mil años, necesariamente debe ser hija de la justicia. En ese sentido, el Padre Betto y el Programa “Hambre Cero” lanzan también las semillas de la Violencia Cero. ¡Un ejemplo!

Artículo publicado en la revista AQUÍ (14/x/2005)

miércoles, 12 de octubre de 2005

Fiesta Nacional

Este blog nace en el día que en mi infancia se conocía como "Día de la Raza" y que luego se denominó "Día de la Hispanidad". Hoy es 12 de octubre, la Fiesta Nacional, aunque sean precisamente los nacionalistas los único que no la celebran.
Este Blog será una ventana crítica por la que se aventará la libertad de expresión propia de la persona con criterio, con pensamiento, con discurso y sin miedo a expresarlo.
Así mismo, en este blog aparecerán los artículos que vaya escribiendo en los diferentes medios de comunicación con los que colabore.

¡Libertad, dignidad y justicia!

Antonio Illán "El Mágico de Toledo"