martes, 19 de diciembre de 2006

FELICES PASCUAS

Querido lector: Espero que encuentres en tu Navidad una sonrisa diáfana, el legítimo anhelo, abrazos sinceros, besos limpios, brazos acogedores, una voz conquistadora, cabello sedoso, manos calientes, miradas dulces, inocentes, sinceras, grandes, penetrantes. Ya sé que esto sólo se ofrece en la espontaneidad de los niños, pero también en el adulto que se hace niño. ¡Hazte un poco niño!
Deseo que en tu Navidad encuentres el misterio de la infancia permanente, de la infancia que hay que reconstruir diariamente para no perder la inocencia en este mundo de prisas y pisotones.
Que tu Navidad sea la del niño que es fuerte porque se sabe débil, la del niño que es consciente de que depende de los demás, la del niño que es fuerte porque sabe que hay otros más fuertes que él, la del niño que no tiene reparo en recurrir a los demás. No seas soberbio. Sé como el niño que recurre porque es humilde, porque sabe que no lo sabe todo, porque cree en el otro, porque tiene la actitud fundamental de la comunicación espontánea.
Que tu Navidad no sea sólo la fiesta, la reunión, el frío indiferente, los regalos, regalos sorpresas, regalos sospechosos, regalos formales, regalos sinceros, regalos demasiado caros, regalos ridículos, regalos inútiles, regalos.... al fin y al cabo regalos, los abrazos postizos, el árbol, el nacimiento, el mantel, la bota de Santa Claus, los villancicos, la música, el baile, la piñata, los dulces, las frutas, el pavo, la lombarda, las prisas, los embotellamientos, las compras de último minuto, los compromisos, las comilonas, el brindis, el más que el brindis... las borracheras, la exageración, el despilfarro, el gastar más de lo que se tiene, o gastar lo que se tiene sin pensar en los que no tienen, el endeudarse por quedar bien, siempre los mismo... el consumismo, los mensajes institucionales en los que luce la demagogia, palabras y más palabras, promesas, deseos, muy buenos deseos pero no hay pan en la mesa.
¡Felices Pascuas! a todos.
También QUE SEAN FELICES para quienes no hacen nada por la paz o hacen la guerra con las palabras, para quienes siembran la discordia, mienten, manipulan, atacan, humillan, hieren a los demás.... porque también tienen derecho a un momento de reflexión, a quemar el árbol, a regalar al más necesitado los regalos que han comprado, a cancelar la cena de Nochebuena y a dejar de ser hipócritas.

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