martes, 9 de enero de 2007

EL AÑO DE FRANCISCO DE ROJAS


Esta año 2007 tenemos el honor de celebrar en Toledo el cuarto centenario del nacimiento del dramaturgo Francisco de Rojas Zorrilla. Su nombre figura al frente del teatro de la localidad y, según tengo entendido, a lo largo del año se va a ir recordando su figura. Lo merece de veras, por lo que fue y por lo que significa su teatro, no en vano fue el gran innovador de la comedia de figurón y ¡hay que ver lo que ha dado de sí en estos cuatrocientos años tal género! Quien quiera profundizar que lea, o vea, si puede, “Entre bobos anda el juego”. Estas comedias de “figurón” eran una variedad de las llamadas de “carácter”, que, en el teatro español del siglo XVII, presentaban un protagonista ridículo o pintoresco.
Además de por lo del “figurón”, que ya sería suficiente para rendirle un homenaje al insigne escritor toledano, Rojas Zorrilla debiera ser celebrado muy expresamente por el Instituto de la Mujer, pues parte de sus obras se caracteriza por singulares y arriesgadas temáticas poco frecuentes en su tiempo, como fueron las de reivindicar, no sólo el honor, sino la condición de la mujer, a la que concede por primera vez en el teatro libertad de acción, permitiéndole ser vengadora por sí misma de su honor mancillado, y no a través de familiares cercanos. Para muestra de lo que digo puede leerse la pieza “Cada cual lo que le toca”, obra que recibió la repulsa de un público que no estaba acostumbrado a semejantes desenlaces.
A Rojas Zorrilla hay que celebrarlo, además de por lo dicho, por ser un excelente autor trágico, cómico y religioso, y en algunas de sus comedias, como “La vida en el ataúd”, se puede considerar “tremendista”. Sus piezas, en lo trágico, presentan una violencia casi romántica en los finales con abundante sangre. En lo cómico, las obras son de enredos hábiles y acciones animadas con mucha gracia y abundantes travesuras;
“Abre el ojo” es un buen regalo en este tema, que esperemos que se reponga en la versión que hizo Paco Plaza. En lo religioso, escribió varios autos sacramentales siguiendo a Calderón en argumentos y motivos, así como comedias de santos, que, según mi criterio, ponen de manifiesto la indiferencia de Rojas por estos temas.
Esperemos que Toledo, en la efeméride, no sólo recuerde a este hijo predilecto, sino que lo reivindique, lo actualice, lo enaltezca y lo represente.

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