París, amor, París.
Amor, París, amor.
Amor en París.
Siempre amor
y París en el corazón.
El horizonte al que miramos
nos une más que el tiempo que ya hemos caminado juntos.
La voluntad de ser "nosotros"
ha diluido el "tú" y el "yo"
y no ha dejado sombra de los "otros" ni entre los helados restos del invierno más glacial.
París, tu luz.
El tiempo nos vuelve a la sonrisa de un banco en la citè mientras comemos un yogurt.
1 comentario:
si el yogurt es danone me apunto
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