viernes, 18 de julio de 2008

PAREMOS EL TIEMPO Y MIREMOS DENTRO

La prisa, Dios, la prisa. El continuo quehacer. No tenemos un tiempito para mirarnos hacia dentro. Hay que desencadenar la vida que nos come. Nosotros somos tan importantes como lo que tenemos entre manos, o más. Por eso, de vez en cuando, conviene alejarse un poquito de los lugares que frecuentamos -o de los que no salimos- y de quienes están muy cerca de nosotros -en el trabajo, en la familia-. Dejemos de pensar por un tiempo en todos esos asuntos para los que parecemos imprescindibles. Paremos y no hagamos aquellas cosas que siempre hacemos. No se va a hundir el mundo. Y no hagamos nada... nada... nada... nada. Hay que relajarse, pues relajémosnos, cerremos los ojos, mantengámosnos quietos, nuestra pantalla mental que se quede en blanco. Alejemos todos los pensamientos y simplemente respiremos profundamente. Nos tomamos un tiempo para re-conocer nuestro propio espacio y bucear en nuesto interior... Somos un océano. ¡En nuestro ser hay tanta belleza, tanta paz, tanta inteligencia, tanto amor... y tanta riqueza! Solo unos momentos, los suficientes para darnos cuenta de que lo que tanto buscamos afuera... nace allí dentro. ¿Qué os parece?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me parece que te lo puedes ampliar y ponertelo en un Post-it y leerlo varias veces al día. Automatizar el proceso y que seas el primero en seguir sus recomendaciones. yo prometo hacer lo mismo.
¡Gracias por formularlo y dárnoslo hecho! creo que es un trabajo de síntesis muy valioso.
¡Ah!y sigue iluminando nuestro camino¡¡¡te necesitamos!!!