miércoles, 17 de enero de 2007

OCHOCIENTOS AÑOS DEL POEMA DE MÍO CID


El manuscrito conservado del Poema de Mío Cid fija la fecha de su escritura en el año 1245 de la Era Hispánica, es decir, el 1207 de la Cristiana, que es la que se ha universalizado. Por tanto, estamos ante la conmemoración del octavo centenario de uno de los mayores monumentos de la lengua y la literatura castellanas. Castilla-La Mancha debiera apuntarse a esta celebración, aunque no nos pille tan de cerca como el aniversario de la publicación de El Quijote.
La rica tradición épica castellana, de la que dan abundante testimonio las prosificaciones de las crónicas medievales, alcanzó tempranamente su cota más alta con el Poema de Mío Cid.

El Cantar es ante todo la historia de un héroe épico arquetípico que recupera su honra por el esfuerzo de su brazo, es decir, la peripecia de un comportamiento humano enraizado en unas circunstancias históricas, sociales, económicas y humanas concretas, transformadas artísticamente en materia poética. Es la glorificación y mitificación de Rodrigo, pero también lo es de Castilla y lo castellano. Además, con ironía y sentido del humor, busca el rebajamiento moral y social de las clases aposentadas y una glorificación de los de abajo. No conviene hacer esta lectura con un sentido histórico, sino mítico y literario, pues la historia no es nada rigurosa; no hay algo más falso que lo del “juicio de Dios” en Toledo o el episodio del casamiento de las hijas del Cid con los Infantes de Carrión.
El entorno vital en el que se mueve el Cid, desde sus destierros de Burgos hasta la conquista de Valencia, según los relatos del Cantar, engloba tierras de las actuales Comunidades de Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón y Valencia. Además Castilla-La Mancha, pionera en tratar con rigor los asuntos de “malos tratos”, puede encontrar en el Cantar un caso legendario de este asunto, el que tuvo lugar en el del robledal de Corpes.
El poema merece, cuando menos, el homenaje de su lectura, pues, no en vano, el Cid es uno de los mitos literarios más trascendentes de entre los que España ha aportado a la cultura universal, encontrándose al mismo nivel que el Roldán francés, el Sigfrido alemán, el Aquiles griego o el Eneas romano.
Hay motivos para la lectura y para la celebración.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy interesante. Encontré tu post buscando documentación para dedicar en mi blog otro escrito al Mio Cid.

No te preocupes que no te voy a copiar pues soy pródiga en ideas y recursos.

Un saludo de Maribel.