sábado, 24 de enero de 2009

Lectura de LOS HERMANOS KARAMAZOV

¿Cómo llevamos la lectura de Los Hermanos Karamazov? ¡Qué familia! Claro que hay que pensar que este realismo no es mágico, sino que la obra se basa en hechos reales de mediados de 1860. ¿No os dais cuenta que ya desde el principio nos encontramos mucho pensamiento filosófico y político-social? Ya tenemos la familia reunida y vemos que pasan cosas, y van a pasar más, pues, esto va a ser un tipo de novela de indagación cuasi policiaca. ¿Os interesa el narrador ficticio del que se vale el autor? ¿No os parece que el autor utiliza un narrador que parece simple e ignorante? ¿No creéis que el padre Karamazov es la "madre Rusia" que da la vida y endurece a los hijos a fuerza de injusticia? ¿No consideráis que ya desde el principio el padre es un tirano que nos provoca una anivadversión que nos va a hacer pensar que lo que va a suceder bienvenido sea? Y los hermanos... ¿qué os parecen? Son los retratos de tres tipos de hombres de la época; lo que decía al principio, que la novela es pura superestructura es decir, un reflejo de la sociedad, eso es el realismo ruso. Dimitri es una prolongación del padre, ruso tradicional y dejado llevar por sus instintos o impulsos con una moralidad bipolar, capaz de lo mejor y de lo peor, sin ninguna instrucción y sin ganas de tenerla, un hombre inocente pero condenado por su disipada vida, enfrentado a su padre. Iván, el instruido, europeista, moderno, crítico, pero frío y sin alma, sin raíces, en fin un hombre que renuncia a la "madre Rusia". Aliocha, in medio virtus est, el alma rusa que se redime y aprende de las ideas modernas, la virtud y el equilibrio, la bondad, el futuro.
Bueno Fanciulla ¿qué seguimos leyendo? Al menos dos, ya nos hemos leído o releído esta primera entrega.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Qué, Don Antonio, haciendo un poco el Karamazov (padre) en la foto ilustrativa? (En la siguiente le toca hacer de Dimitri, así que vaya pensando en raparse la cabeza si quiere parecerse al actor que lo interpretó en cine, Yul Brynner).

Rosa Mary dijo...

Hola a todos, yo me he leido el primer libro y no deja de ser una introducción presentando a los hermanos y personajes.
Desde luego la actitud del padre hace que le cojas empatía desde el primer momento cuando abandona a su primer hijo. De los hermanos me quedo de momento con Iván, el luchador.
De siempre me han gustado las personas valientes e independientes.

La fanciulla de Gijón dijo...

Ahora no puedo hablarles de los Hermanos Karamazov. En estos momentos "guiso" una tarta. Mañana podré fin a la crisis de los 30 y con 31 seré de nuevo benjamina en otra década.
31. No soy vieja pero tampoco muy joven...aunque eso sí: "Aún soy joven para la Administración"

Bueno, que les convido a ustedes mañana en mi despacho(Rosa Mary, niña, tendrás que comerte la tarta virtualmente). Y no sé si habrá para todos porque voy a avisar prácticamente a todo el edificio. Cuando se acabe, se acabó...

Passatroncos, no sabemos nada de su vida...¿He de remitirle la tarta a la fábrica de gaseosa?

Antonio Illán dijo...

Mi más excelsa felicitación a la cantante norteña. ¡Me comería tu tarta entera! pero no voy a estar en el edificio mañana. Así que bienvenida a la plenitud y "collige virgo rosas". y seguiremos con el segundo libro de los hermanos esta semana de tus celebraciones. Yo me he cortado el pelo, pero no tanto como Dimitri/Briner. El padre no es el padre que recomiendo a nadie, ¡qué tío más penco!

Anónimo dijo...

¡Felicidades anticipadas, acuática fanciulla! Aunque sé que no te resulta especialmente estimulante cumplir años (¡y a quién sí a partir de cierta edad!), debes pensar a modo de dudoso consuelo que hacerlo es una ocasión de celebrar que aún seguimos vivos, que hemos conseguido dar plantón a la parca un año más, lo cual no es poco dada la azarosa condición humana. Así que disfruta de tus treinta y una primaveras, estupenda edad que tú haces más estupenda con tu aspecto y vitalidad y no mires atrás. (¡Qué rabia no poder probar esa tarta que seguro está de rechupete y darte de paso unos cuantos tirones de orejas!)

La fanciulla de Gijón dijo...

Tiene razón, cualquier cosa es más estimulante que estar dando ortigas.

Gracias por su felicitación y porque las orejas queden en su sitio.
Y en vista de sus agradables palabras, retiro las amenazas con las que le he obsequiado en otro hilo (aunque cada hilo es una batalla independiente y no habría que firmar la paz aquí...)

Rosa Mary dijo...

¡Felicidades Fanciulla! Ya somos dos que empezamos otra década con 31. Yo me estrené hace 15 días y los llevo con mucha alegría. Me han dicho que ahora empieza lo bueno, así que a vivir y saborear cada momento.

La fanciulla de Gijón dijo...

¡Gracias Rosa Mary!
¡Claro que empieza lo bueno!
Y respecto a la lectura de los hermanos karamazov, solo puedo decir que, puesto que la cosa va de citas, aquí pongo la mía:

"¡Tontooooos del mundooo, sus via crujir vivooooos!"
(Así me voy con una sonrisa. Y delirando, claro...)

http://www.youtube.com/watch?v=5Kd19QwiQOc&NR=1

Antonio Illán dijo...

Ciao, ciao bambina. La lezione è cominciata.
Lasciatela dormire, per favore. Lasciatela nelle pagine dei libri di fiabe, nei racconti della buonanotte, nei film che le ha dedicato Walt Disney. Lasciate in pace Biancaneve/Fianciulla, pallida e immobile mentre aspetta... FINE

Anónimo dijo...

Pero, ¿qué ha pasado aquí?
A ver, a ver...
Uy, sí, ya lo capto: parece que Don Antonio ha intentado aprobar un examen de literatura con chuletas demasiado evidentes y, claro, la fanciulla, que no se le escapa una, lo ha pillado y le ha dado calabazas. ¡Ay, el signo de los tiempos o el mundo al revés, los profesores convertidos en alumnos perezosos y los aventajados discípulos en esforzados maestros!
Bueno, pues retomando mi primera intervención en este blog, creo que voy a aprovechar la ocasión para unirme a la bella-durmiente fanciulla (si es en su lecho, mejor) y... zzzzz

Antonio Illán dijo...

Me paso a la política. ¡Fue bonito mientras duró! señor Mocata. ¡Ah! y pase usted a saludar, que, como en el discurso de la edad de oro del Quijote, puedo parlamentar con usted mientras le ofrezco un puñado de bellotas, de verdad, de las que como a media mañana para desayunar.