lunes, 7 de diciembre de 2009

LAS CONCHAS DE NERUDA


Esta tarde, 7 de diciembre, se la he dedicado a Neruda y a las conchas. En el Instituto Cervantes, antes Banco Central, hay una exposición de parte de la colección de conchas de don Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto. Casi cuatrocientas caracolas –seleccionadas entre las 9.000 que Pablo Neruda donó a la Universidad de Chile en 1954– se exponen en el Instituto. Y versos, muchos versos que nos recuerdan el mar, los mares nerudianos. Hay algunas curiosidades como la caracola regalada al poeta por el líder chino Mao Ze Dong o la concha autografiada que le obsequiara Rafael Alberti. Pero lo importante es el reencuentro con la poesía y con el alma enorme y social de el autor de Odas elementales, Canto general o Residencia en la tierra. La voz del poeta, sus libros, los versos, la nostalgia, todo a la vez en esta hermosa tarde de diciembre en la que no cabía un alfiler en Sol o en la Plaza Mayor. Luego me he comprado el último de Paul Auster, Invisible. Ahora escucho un concierto de violín por el mágico Oristrach. Un beso me ha cerrado la boca. ¿Se puede pedir más?

1 comentario:

Antonio del Camino dijo...

Creo, Antonio, que no hace falta pedir mucho más. ¿Quién dijo que la felicidad era cara?

Un abrazo,

Antonio