domingo, 3 de junio de 2012

No es poema es ¡gatillazo!


Equilibrada suavidad gobierna
la fragua en la que funde el dúctil hierro
y la mano no se quema.
La parusía es un verso sáfico
penetrando del bosque en la espesura
con la savia del poema.
El viaje: fabuloso. Inmóvil
en el vértigo. Canto de amapolas.
Suspiro. Vida suprema.
No quiero echar al vuelo la paloma
con tu nombre de fúlgidos volcanes
de mis dedos en la yema.
Náufragos de amor, en la miel de un hondo
abrazo trasmina un cálido aroma…
          ¡Ay! sáfica retórica…
Ni el gusto me viene a lomos de los ritmos.
Ni el verso surge refulgente de la pluma.
¡Por todos lo dioses! Sin medida
quede este aborto de poema,
que ni aborto es, pues es ¡gatillazo!...
¡Jajajajajajajajajajajajajajajajajaja!

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