martes, 16 de octubre de 2007

COMO UNA JIRAFA AL NACER


Creo que en mi nuevo trabajo me está ocurriendo lo que a las jirafas cuando nacen. Voy a contar la metáfora y que cada lector saque las conclusiones.

Cuando una jirafa nace, cae cerca de dos metros -desde el vientre de su madre hasta el suelo- y por lo general de espaldas. Aturdida y temblorosa, rueda hasta poner sus patas bajo su cuerpo e intenta levantarse. Pero, en cuanto logra incorporarse, su madre la empuja con su cuello y la tira nuevamente al suelo. Lo intenta una y otra vez... pero encuentra siempre el mismo proceso que se repite. Cuando -finalmente- logra ponerse de pie sin que sus patas tiemblen, la madre la empuja una vez más... e intenta hacerla caer. Si cae, deberá levantarse de nuevo hasta poder resistir el embate de su madre.

Las jirafas jóvenes deben aprender a pararse rápido y caminar, para poder moverse con la manada: esa es su única posibilidad de supervivencia. El aprendizaje provocado por la madre fortalece a la recién nacida y, sin duda, le salva la vida.

Me metaforizo en el nacimiento de las jirafas, esa es mi esperanza. Sin duda este aprendizaje en un tren en marcha, al que solo caen sacos de situaciones sobre las que actuar sin saber cómo, me fortalecerá la voluntad y me salvará la vida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

WOW SIN DUDA MUY INTERESANTE Y DIVERTIDO PERO SOBRETODO TIENE UN MENSAJE MUY PADRE MEGUSTO MUCHO