PARA MEJORAR HAY QUE QUERER MEJORAR

Todos queremos que exista una relación justa entre el trabajo que realizamos y la remuneración que obtenemos. Ansiamos -también- ganar más por lo que hacemos. Sin embargo, más de una vez nos encontramos ganando comparativamente menos que otras personas similarmente calificadas. En este artículo analizaremos cómo armar una estrategia que nos lleve a mejorar. Así que esencialmente necesitamos incidir en: aprendizaje, confianza, metas...

Aprendizaje

En muchas ocupaciones (en la mayoría, de hecho), seguir un ciclo de aprendizaje permanente ayuda a incrementar el potencial de ingresos. Por ejemplo, ser capaz de manejar herramientas informáticas de escritorio básicas y también software específico de nuestra industria o profesión, puede ser una gran ventaja. Identifiquemos aquellos programas informáticos con los que deberíamos estar más familiarizados y capacitémonos para utilizarlos.

La adquisición de habilidades transferibles que puedan ser aplicables a un amplio rango de puestos de trabajo es otra manera de incrementar el potencial de ingresos. Es importante entrenarnos en habilidades "blandas" como la comunicación, el trabajo en equipo, el liderazgo y la inteligencia emocional. Enfatizar la posesión de estas habilidades será una considerable ventaja cuando busquemos oportunidades de mejora laboral.

Confianza

Tener fe en nuestras propias habilidades y ser capaz de ofrecer evidencia acerca de cómo contribuyen a nuestro éxito profesional es una cualidad admirable... siempre y cuando también podamos demostrar cómo pueden ayudar a quienes trabajan con nosotros.

Tan importante como tener las habilidades, es convencer a quien debe favorecernos de que las poseemos y que esas destrezas pueden beneficiar a su organización. La asertividad es otra cualidad que juega un papel importante en la mejora de nuestra situación. Nos permite comunicar exactamente lo que queremos, cualidad que las organizaciones valoran considerablemente. Las personas asertivas logran que las cosas se hagan sin gritar, sin obcecarse o volverse demasiado "emocionales"; son claras, precisas y consideradas, lo cual genera altos niveles de respeto y motivación en un ambiente de trabajo.

Una manera de asegurarnos que las personas indicadas "escuchen" nuestros logros es aplicar una buena estrategia de networking, en la que dediquemos tiempo a informar a profesionales influyentes dónde hemos tenido éxito, o nos hemos destacado. La habilidad de "enorgullecernos" de nuestros logros construirá confianza y motivación a nuestro alrededor, y ello impactará positivamente en nuestro potencial de mejora.

Metas

Tener una idea clara de lo que queremos obtener a lo largo de nuestra vida y tomarnos el trabajo de escribirlo y darle prioridad nos permitirá identificar pequeños pasos que debemos dar. Establecer objetivos a corto plazo y completarlos dentro de un marco de tiempo realista pero preciso aumentará la confianza en nuestras habilidades. Enfoquémonos en aquellos aspectos de nuestro desarrollo de carrera que tengan el máximo impacto en nuestro potencial de mejora y orientémonos a mejorar esas áreas. Entre los objetivos es importante incluir mejorar las relaciones con colegas con los que normalmente compartimos poco tiempo. Comentar nuestros logros con más personas como parte de nuestra estrategia de networking.

Por encima y más allá!

Hay maneras en las que podemos no sólo ganar lo mismo que cualquier persona con nuestras competencias y habilidades profesionales, sino más. Esto involucra ir más allá de lo que se espera normalmente... pero puede marcar toda la diferencia. Escribir artículos y participar en publicaciones cuyo público incluye esas personas influyentes a las queremos llegar es una acción que quizás no pensemos que pueda influir directamente en nuestros ingresos futuros, pero es la clase de auto-publicidad que nos sirve para asegurar que nuestros logros y opiniones lleguen más lejos que los de otras personas. Participar en actividades que están indirectamente relacionadas con nuestro trabajo también puede tener un efecto positivo en cómo somos percibidos por quienes toman las decisiones en una organización.