miércoles, 14 de noviembre de 2012

Sexo en equilibrio

Con el título solo he querido llamar la atención. Pero sí se trata, en las relaciones sexuales, de lograr una armonía entre ritmos distintos. Hay que acompasar el paso y no ir con la ventaja o la desventaja del paso cambiado. Creo que con una metáfora de la tradición del Tao se entiende bien. En la tradición taoísta el hombre es fuego y la mujer es agua. Esto es muy importante. No se trata de que el agua apague al fuego y ya está. Esta contraposición de elementos es el motivo por el cuál sostienen que sus respuestas sexuales son diferentes. La energía sexual del hombre (fuego, llama) se eleva rápidamente y luego explota; la de la mujer se parece más a un recipiente de agua fría que va calentándose hasta el punto de ebullición: se calienta y se enfría lentamente. Así para que ambos alcancen una cúspide de placer, el hombre debe aprender a ajustarse al ritmo de excitación de su pareja. Y para esto hay que tener voluntad y entrenamiento.

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