lunes, 23 de marzo de 2009

PRIMAVERA EN TOLEDO

Fotografía de Santa María de la Cabeza desde Roca Tarpeya
Primavera en Toledo
¡Qué dulce estado!
El jardín de tus ojos deseantes abriéndose,
mientras cierro los míos lentamente,
desafía sin desvarío la clara platiluz de las estrellas
y el brillovergel del paraíso.
¡Qué dulce emoción! ¡Qué transparente estado!
No quiero ser tierra, ni agua, ni aire,
ni pálido resplandor de menguante luna.
Fuego sí, para rodearte de luz, no llama,
como una flor erguida en las arenas del áspero desierto,
para ceñirte con esa música civilizada que es la risa
y compartir el signo más íntimo de la alegría.
¡Qué descansada emoción! ¡Qué dulce estado!
Tu presencia es todo amor,
fuego que dulcemente abrasa
y me eleva hasta tu nombre,
a la cima de la delicia.
¡Qué sofoco más dulce!
La eternidad cabe en un suspiro.
Dejaría de existir si no estuviera enamorado.

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