Esto es un cuento muy chiquitito pero con una moraleja muy grande. Solos somos seres débiles. Pero mejor es conocer la historia, para saber que la fuerza está ahí, muy cerca, a nuestro alcance, si tenmos la mente abierta.
Un niño jugaba en la playa y en un momento dado su padre veía cómo intentaba levantar una pesada piedra.
El padre miraba y miraba cómo su hijo se esforzaba y no lograba su propósito. Al cabo de un buen rato, preguntó al niño: "¿Estás usando toda tu fuerza?".
El muchacho le miró con asombro y, con cara de enojo, le respondió: "Sí, por supuesto".
"Yo creo que no...", le replicó el padre con voz suave y tranquila.
El niño le siguió mirando con las manos en la piedra y con el esfuerzo en los rasgos de su cara.
"No has empleado toda tu fuerza, hijo, no me has pedido que te ayude".
Un niño jugaba en la playa y en un momento dado su padre veía cómo intentaba levantar una pesada piedra.
El padre miraba y miraba cómo su hijo se esforzaba y no lograba su propósito. Al cabo de un buen rato, preguntó al niño: "¿Estás usando toda tu fuerza?".
El muchacho le miró con asombro y, con cara de enojo, le respondió: "Sí, por supuesto".
"Yo creo que no...", le replicó el padre con voz suave y tranquila.
El niño le siguió mirando con las manos en la piedra y con el esfuerzo en los rasgos de su cara.
"No has empleado toda tu fuerza, hijo, no me has pedido que te ayude".
4 comentarios:
Genial, Antonio.
Encierra un montón de cosas este pequeño cuento.
Enhorabuena.
Saludos.
Corrige lo de "fierza".
Lees mucho a Bucay?
Podrías hacer tu propia colección de cuentos con moraleja.
Un beso.
Ay, cuántas veces hace falta recordar esta moraleja en nuestro día a día, verdad, Mario?
No, si con un padre así no podías ser de otra forma... ^_^
Enhorabuena Antonio, otro cuento delicioso, que no por ser más corto encierra una moraleja tan extensa.
Un (agradecido) saludo.
Me ha encantado tu cuento. Ya tengo argumento para hablar esta tarde con mi sobrina.
Muchas gracias Antonio.
Tu compañera Mariangeles Morilla
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